Ahora, me toca a mí

Si algo recuerdo con especial cariño de cuando era pequeña son las innumerables ocasiones en las que hacíamos manualidades con mi madre. Desde un árbol con sus hojas que decoraba la habitación de mi hermano (al que le llegaba su otoño particular cada vez que mi madre le ponía el humidificador y eso era bastante a menudo), pasando por unas campanas de cartulina para colgar en el árbol de navidad (recuerdo con horror esa tarde, no se terminaban nunca!!! Jajaja) y hasta una careta de ciervo para una función que tuve en el cole.

No es de extrañar,pues, que me haya encantado siempre hacer manualidades. En casa siempre tengo materiales listos para cuando surga la ocasión, y además a los niños les encanta ponerse a crear. He de reconocer que no me pongo a hacer cosas con ellos tantas veces como me gustaría, pero el día que nos ponemos, nos ponemos y lo disfrutamos muchísimo los tres (esperemos que la peque se una a nosotros en unos años).

La semana pasada estuvo A. diciéndome que en el cole les habían dicho que tenían que hacer una careta, así que el viernes llegó con una notita en la agenda donde efectivamente decía que la tenían que hacer. Yo ya me veía con mis cartulinas, pinturas y demás, cuando me dice que quiere imprimir una de internet y pintarla... ¿Cómo? ¿Con la de cosas que se pueden hacer? Pero si tenemos cartulinas, papel de seda, goma eva, pinturas, ... al final, tras enseñarle múltiples posibilidades que hay en internet, ha cambiado de idea y ha decidido que era más divertido probar las que le decía yo. A todo esto J. se ha apuntado rápidamente, le encanta la idea de coger un pincel.

Con unos simples platos de cartón, a los que les he hecho unos agujeros para los ojos, les hemos puesto un poco de pintura, dibujado unas líneas, pegado un poco de cartulina y papel de seda y... tachán!!! Tenemos un triceratops y un fiero león. Una manera fácil y entretenida para pasar un domingo cualquiera ;-)

Y es que... ahora, me toca a mí.