Quería llevarle algo que pudiera tener en casa y que le diera calidez, que cada vez que lo viera pensara en mí. Me decanté por hacerle un banderín al que le puse un "home sweet home" y decidí colgarlo de una rama cogida de la calle.
Ésto lo acompañé con una cesta donde coloqué cuatro tazas (teníamos que desayunar y estaba segura de que no debía tenerlas aún... acerté! ;-P ), un delantal, un trapo de cocina, una manopla y un agarrador.
Todo ésto acompañado por una bolsa de la panadería llena de croissants, ensaimadas, magdalenas, brioxes,... me autoinvité a desayunar, ¿recordáis? Así que que menos que llevarle yo el desayuno.
Un pequeño regalito, muy simple, pero que quedó muy mono y con el que ella estuvo encantada.
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