Usé la mitad del paquete y he guardado el resto para el año que viene. Herví unos cuantos huevos y una vez fríos se los dí a los niños para que les pusieran las fundas. Una vez hecho, los sumergí en agua caliente para que el plástico se adaptara completamente al huevo. Y una vez fríos ya estaban listos para esconder por el jardín.
Aunque fué una mañana un poco lluviosa, ellos disfrutaron de lo lindo buscándolos, aunque hay que decir que les costó un poco.
Pero aunque hayamos incorporado una nueva costumbre a la semana santa, no dejamos de celebrar las nuestras. Como veis tuvimos monas de pascua de chocolate como para parar un tren ;-)
Que lindos quedan así! Y esos de pelotas de fútbol, mis hijos se hubieran muerto de la felicidad jajaja! Nunca había visto, te mando un beso!
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